martes, 23 de febrero de 2016

Laberintos de película: Kubrick y Del Toro

   Las diferencias generacionales también se reflejan en el distinto interés por los laberintos. Como muestra de ello, esta mañana tenía en el correo un mail de una lectora de mi blog soltándome una amistosa bronca por:

a) No publicar desde hace bastante.
b) Tratar varias veces sobre el laberinto de "El resplandor" y no tratar ninguna sobre el de "El laberinto del fauno".

   Respecto a no publicar, bueno, a veces surgen cosas que dejan a otras (como un blog) como algo que puede esperar, y con respecto a la discriminación de unos laberintos frente a otros, me temo que es cuestión de la edad, pero voy a ponerle solución hoy, y además voy a hacer una entrada un tanto atípica para lo que es éste blog.

¿Cuestión de la edad? Pues sí. 
   Cuando a alguien de mi quinta le preguntas por laberintos de películas te va a contestar que conoce el de "El Resplandor" y el de "Laberinto", o quizás, si tiene muy buena memoria y ya es un tanto viejun@, el de la serie "Dentro del laberinto" (¡Yo te niego el Nidus!, ésta serie se merece una entrada en el blog para ella sola). 
   Sin embargo, las nuevas generaciones tienen mucho más presente el laberinto de "El laberinto del Fauno" (aunque ahora la muerte de Bowie cambiará eso un poco).

   En esta entrada, aunque trataré el aspecto técnico-formal del laberinto de la película de Guillermo del Toro, me apetece tratar un poco los aspectos simbólicos de los laberintos en ambas películas (la de Kubrick y la de Del Toro) y compararlos un poco.

   El laberinto de "El resplandor" es un laberinto moderno: rectangular, de setos elevados, con una estructura muy formal y delimitada. 
   El laberinto, siempre hablando de la película, no del libro, es un elemento que refleja dos realidades distintas entre las que sirve de nexo: la realidad física, representada por el laberinto exterior, por el que circulan Wendy y Danny (la madre y el hijo); y la realidad mental del Jack Torrance (el padre), representada por la maqueta del laberinto. Kubrick lo muestra en la escena en la que el laberinto exterior se transforma en la maqueta mientras el padre observa. En el hotel Jack parece imparable, y ni puertas ni personas pueden  detenerle con su hacha, pero cuando sale del hotel, y entra en el laberinto exterior, es engañado y muere congelado en  un laberinto que, por otro lado, conoce de sobra.
   En esta película el laberinto es un personaje más, y es un lugar de muerte. El que muere es Jack, congelado, pero si hubiese atrapado a su mujer y a su hijo, hubiesen sido ellos los que hubiesen muerto allí. El laberinto es el lugar donde, como en el relato mítico, alguien tiene que morir, ya sea el minotauro malvado (Jack) o el héroe (Danny), quien es protegido por la treta de una mujer que lo quiere (Ariadna dándole el hilo para que conozca el camino en el mito, y la madre teniendo la idea de volver sobre sus pasos en la película).


   El laberinto de la película de Guillermo del Toro es la antítesis del de Kubrick.

   El de "El Laberinto del Fauno" es un laberinto de trazado muy clásico y de aspecto mucho más antiguo, tallado en el suelo, con una estructura monolítica en el centro.
   
   Aquí el laberinto es el símbolo del mundo interior del personaje que cumple el papel del arquitipo del héroe (heroína, en este caso). El laberinto es el lugar de refugio de la protagonista, pero no es un refugio a cielo abierto que nos lleva a la realidad exterior. No, aquí el laberinto forma parte de una estructura con un pozo a cuyo fondo accedemos por una escalinata de piedra, dejando claro que el laberinto forma parte de algo anterior, primordial y cuyo significado y utilidad han sido olvidados por la humanidad.

   También cambia el sentido del guía que tienen los protagonistas. Mientras en "El Resplandor", el don del protagonista no se pone en cuestión en ningún momento, y el guía asociado al laberinto es alguien que comparte los dones del protagonista, ofreciéndole su apoyo de forma indudable  (el cocinero que recibe el hachazo en el pecho), en "El Laberinto del fauno" siempre hay hueco para la duda, hasta el mismo final. También el fauno que guía a Ofelia es un personaje con un carácter más autoritario y dual sobre el que es posible recelar, al contrario de lo que ocurre con el cocinero.

   Incluso hasta la cuestión que, de un modo objetivo, sería igual en ambas películas, tiene una metáfora distinta. Me refiero a la muerte. 

   En el interior de ambos laberintos se produce una muerte, pero mientras en la película de Kubrick quien muere es el monstruo  (Jack), en la de Del Toro muere la heroína (Ofelia). Tras la muerte son transportados al  mundo interior que simboliza el laberinto para cada uno de ellos. El monstruo (en Kubrick) es transportado a mundo interior del hotel y Jack queda reflejado en las fotos, y Ofelia (en Del Toro) es transportada al reino maravilloso. En ambos casos, hecho voluntaria o involuntariamente, el laberinto se transforma en un portal que se activa con la muerte.

   Esto no es algo nuevo para Guillermo del Toro, y en "Hellboy" también encontramos la misma simbología laberinto-sangre-renacimiento que nos muestra en "El laberinto del fauno". 

   En "Hellboy" la sangre de un hombre sacrificado que circula por un laberinto tallado en el suelo (a su vez dentro de otra estructura semi-laberíntica) es la que permite la resurrección de Rasputín, y en "El laberinto del fauno" se nos muestra como circula la sangre de Ofelia por el laberinto antes de que ésta, tras su muerte física, cruce al reino de sus padres.
   El laberinto toma en éstas dos películas de Del Toro el rol de un portal, el cual se activa con la sangre proveniente del sacrificio de alguien (voluntario o no, recordemos que el fauno pide el sacrificio de la vida del bebé para activar el portal, aunque sólo fuese una prueba), para que se pueda cruzar la puerta de la muerte hacia la situación deseada. La muerte es el elemento necesario para activar el laberinto, pero el laberinto, en si mismo, no es un lugar de muerte, como sí ocurría en el resplandor.

   La diferencia entre Del Toro y Kubrick es que, mientras con Del Toro, la herramienta (el laberinto), es utilizada por los protagonistas, con Kubrick la herramienta es utilizada por un poder ajeno (el hotel).

   Y ahora paso a lo que me pedía la lectora en el mail, que es que pusiese un plano del laberinto de la película "El laberinto del fauno".

Puede parecer fácil, pero no lo és. Y además debo decir que, aunque parezca un laberinto, en realidad no lo és. Vamos por partes.

El cartél de la película no nos dice nada al respecto del laberinto.






La portada de la banda sonora sí que nos muestra un laberinto, muy de estilo chartres en el que se puede intuir, más que ver, que es de siete pasillos y centro, con barreras.




Para más lío, si vemos la portada del DVD encontramos otro laberinto distinto.




   De modo que opté por intentar localizar algún dibujo conceptual. Entrando a la página web www.taletwinsstudio.com, podremos ver el diseño de la estructura que alberga el laberinto, y el diseño previsto para el laberinto en sí mismo.En el plano del laberinto podemos ver una cosa curiosa: una sección de muro que es móvil.




   Pero, siempre hay un pero, si observamos este fotograma de la película vemos que Del Toro no ha usado ese diseño, como podemos ver en este fotograma.





   El resultado de plasmar en papel lo que se ve en ese fotograma es ésto. 




   Es bastante probable que en el lado derecho del diseño, que en el fotograma está tapado por el monolito central, haya alguna barrera que le de simetría al conjunto, pero que no se aprecie. 
   Independientemente de lo que pueda haber en el lado derecho, el diseño no es un laberinto 
unicursal, y dado que no se tiene acceso al centro (donde está el monolito) y no hay otro lugar que pueda considerarse centro del diseño, no cumple los requisitos básicos para ser un laberinto. Estaríamos, entonces, ante un pseudo-laberinto.Eso sí, muy aparente y que cumple perfectamente su función en la película.